El gobierno nacional ha decidido que hoy 2 de octubre deben iniciarse las actividades docentes en los niveles de educación preescolar, primaria y media en todo el país.
La educación ambiental es un tema de extrema urgencia en el país dados los graves problemas ambientales que venimos sufriendo y que repercuten sobre la calidad de vida y los derechos humanos de todos los ciudadanos.
Problemas que son agravados, por una parte, por la grave crisis social, económica y de servicios que golpea al país en particular a la enorme cantidad de personas empobrecidas y abandonadas en sus necesidades más urgentes. Por otra parte, por el aumento de los efectos del cambio climático que están repercutiendo sobre el país y que a la vez potencia otros problemas ya crónicos como la falta de agua, la baja productividad agrícola, la producción de energía eléctrica y la situación de la salud humana y animal, entre otros.
Por ello, la educación ambiental en las escuelas debe servir para formar conocimientos, habilidades y valores para la construcción de una ciudadanía resiliente, responsable y creativa para la solución de los problemas existentes en las condiciones que estamos viviendo.
Es un momento para preguntar cuáles serán los objetivos, contenidos y estrategias educativas que serán usados para la enseñanza de los temas ambientales en todos esos niveles.
Ciertas condiciones aplican
Pero para que los docentes puedan realizar este trabajo de manera eficaz, responsable y amorosa (con sus alumnos y el ambiente) tiene que darse un supuesto básico: Tiene que existir una educación de calidad.
Para ello, un requisito indispensable es que los docentes deben ser considerados como profesionales prioritarios para el país y en consecuencia ser tratados con dignidad y respeto por su trabajo.
Es urgente que tengan sueldos dignos, formación continua, programas educativos actualizados basados en las necesidades y condiciones reales de la población y de las transformaciones que son necesarias, infraestructura educativa adecuada y servicios de alimentación escolar, agua, electricidad y transporte suficientes y continuos.
Adicionalmente, es necesario que esta educación esté dirigida a la solución de problemas y no sólo a la mera repetición de conceptos teóricos y a la realización de actividades banales. Necesitamos respuestas educativas al cambio climático, a la destrucción de los bosques, a la contaminación de los mares, ríos y lagos, al deterioro de los ambientes urbanos entre otros.
En este contexto, necesitamos discutir cómo trabajar en las escuelas temas como la contaminación por mercurio, los derrames petroleros, la destrucción del arbolado urbano y el Arco Minero.
Pero no tenemos nada de eso.
Tales condiciones nos ponen en una situación difícil ya que podemos decir que sin educación de calidad con los requisitos antes descritos, no podrá existir la educación ambiental.
Sólo nos queda seguir exigiendo al Estado que tiene que cumplir con sus obligaciones legales nacionales e internacionales en materia de educación ambiental y derechos humanos.
Todos los venezolanos debemos actuar para avanzar hacia un país en que la educación en todos los niveles y en todos los aspectos de la realidad nacional sea una verdadera prioridad nacional.
Necesitamos educación ambiental YA.