De nuevo en el país se produce una tragedia relacionada con la minería ilegal de oro en el sur de Venezuela.
Las imágenes que han sido difundidas son dantescas. Pero hasta el momento no tenemos información sobre el número de fallecidos y lesionados en ese desastre. Es muy posible que nunca la tengamos.
Pero, igualmente y en paralelo, está ocurriendo una tragedia socioambiental. Desde hace varias décadas está ocurriendo el saqueo y destrucción de toda la cuenca del río Paragua,
Desde la década de los noventa del siglo pasado se conocía de los altos niveles de contaminación por mercurio que afectaba este río y los pobladores indígenas y criollos a lo largo de la ribera del río. Mercurio que provenía de la actividad minera ilegal a todo lo largo de su cauce y que las autoridades sucesivas han ignorado.
Todo ello, a pesar de que este río es el afluente más importante del río Caroní y se estima que aporta 45% de los caudales que recibe el embalse Guri que a su vez alimenta la central hidroeléctrica que genera entre el 60 y el 80 % de la energía que se consume en Venezuela.
Además en su cuenca se encuentran territorios ancestrales de pueblos indígenas como Pemón, Yekuana, Sanima, Uruak y Sapé y es el hábitat de una muy rica diversidad de especies biológicas y ecosistemas.
Pero nada de esto parece importar. Seguramente en una semana o dos ya se haya olvidado esta catástrofe y se siga trabajando “normalmente” en la mina. El hambre por el oro nunca se sacia y no tiene consideraciones ni humanas ni ambientales. Ya para entonces se habrá repartido suficiente dinero y amenazas para que nadie siga indagando o buscando responsables.
Algunos asumen estos desastres como “accidentes”. Pero de ninguna manera son situaciones producto del azar o de elementos fortuitos. Todos ellos son procesos que nacen de la irresponsabilidad, la ignorancia y peor que todo la indiferencia ante la destrucción humano y ambiental.
Por todo estas razones es necesario seguir denunciando y divulgando estos hechos para que todos tomemos consciencia de la necesidad de parar esta destrucción y estas tragedias.
Por el bien de todos y nuestro futuro.
