David Tarazona
Tomado de Mongabay. Para ir a la fuente original marcar aquí.
- Debido a la temporada de sequía y las altas temperaturas, los estados Aragua, Bolívar y Lara han sufrido incendios forestales entre marzo y abril de 2023. Los parques naturales Henri Pittier y Canaima han sido afectados.
- Expertos consultados por Mongabay Latam explican que los incendios se deben a múltiples factores, entre ellos la quema con fines de agricultura, la temporada de sequía y la deficiencia en los servicios públicos. La baja disponibilidad de recursos y personal de los bomberos, junto con una capacidad reducida de recolección de datos dificultan el control del fuego.
Los análisis de la plataforma de monitoreo satelital Global Forest Watch muestran que en este 2023, el total de área quemada por incendios forestales ha sido “inusualmente alta” en los estados de Aragua, Monagas, Barinas y Anzoátegui, en comparación con años anteriores. En el estado amazónico Bolívar también el área quemada ha sido “alta”, según esta herramienta.
Algunos medios de comunicación, científicos y usuarios en las redes sociales han dado a conocer la presencia de incendios en los estados de Aragua, Lara —donde un científico denunció que había 25 incendios semanales en marzo de 2023— y Bolívar.
En Venezuela no hay un conteo oficial y público de incendios forestales, lo que dificulta medir la gravedad de la situación. Lo más cercano que el gobierno actualmente maneja es un análisis de focos de calor, es decir aquellos puntos en los que un satélite detecta altas temperaturas, que se asocian a incendios.
Es por eso que el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMEH), la dependencia encargada de vigilar estos fenómenos, en vez de dar cifras de incendios activos o diarios, informa semanalmente sobre el riesgo de incendios forestales a partir de la presencia de focos de calor. En marzo, informó que había un riesgo del 70 %. En marzo y abril de 2023, los estados con más focos de calor han sido Apure, Bolívar, Guárico, Monagas y Anzoátegui, según información del INAMEH. El análisis de focos de calor de Global Forest Watch muestra que entre enero y el 10 de abril de 2023, en Venezuela se registraron 161 854 alertas de posibles puntos de incendios.
Los parques nacionales son blanco de los incendios forestales en Venezuela. Entre marzo y abril de este 2023, se reportaron incendios en el Parque Nacional Canaima, en el estado Bolívar. En marzo se registró la afectación de 120 hectáreas del Parque Nacional Henri Pittier, en el estado Aragua, al norte de Venezuela. En este, los incendios parecen ser provocados, según dijo el secretario de Prevención y Seguridad Ciudadana del estado Aragua, el general Marlon Dulcey Parada.
Expertos consultados por Mongabay Latam señalan que la evidencia apunta a que los incendios forestales en Venezuela son causados por las actividades humanas y propiciados por una mezcla de factores climáticos, políticos y sociales. “El mayor acuerdo (entre investigadores) es que los incendios naturales en Venezuela son la menor fracción del total. La mayor parte de las quemas se considera que son de origen humano”, explica Tina Oliveira Miranda, bióloga venezolana y miembro de la organización no gubernamental Wataniba, miembro de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG).
Entre las variables que influyen en los incendios está la agricultura que usa quemas, la sequía, así como la falta de bomberos y de agua que permitan el control del fuego, según los expertos. El primer factor, la agricultura itinerante que usa quemas para aumentar la fertilidad de la tierra, se ha convertido en una alternativa económica para muchos venezolanos en medio de la crisis del país, según uno de los expertos. A su vez, señalan, la labor agrícola podría estar relacionada con el suministro de alimentos para los mineros de Venezuela.
Incendios en parques nacionales
Los incendios forestales están afectando, en especial, parques nacionales del sur de Venezuela. “En el Parque Nacional Canaima, están ocurriendo las mayores concentraciones de quema en estas áreas”, dice Lazo. “Todo el norte de la Amazonía venezolana presenta quemas, es donde se concentran los mayores centros poblados de la región”, agrega.
Una fuente que ha investigado el tema y que pidió hablar bajo reserva por temas de seguridad considera que las quemas en los parques nacionales evidencian “una falta de capacidad de las autoridades para controlarlos”. Señala, además, que estos incendios en áreas protegidas buscan “disminuir el valor ecológico de estas e impulsar en otro tipo de usos, como por ejemplo la extracción de minerales”.
Canaima y Caura son algunos de los parques afectados en los últimos años. En Canaima, hubo 40 alertas de focos de calor de alta certeza —es decir, probables incendios— entre abril de 2022 y abril de 2023, según datos de Global Forest Watch.
Según el Observatorio de Ecología Política de Venezuela, el Parque Nacional Henri Pittier —ubicado en el estado Aragua, al norte del país y en el que habitan especies de peligro de extinción— perdió más de 120 hectáreas por quemas a principios de marzo de 2023. Entre abril de 2022 y abril de 2023, hubo dos alertas de probables incendios de Global Forest Watch en el Parque Nacional Henri Pittier.
Un grupo de científicos brasileños del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), el Centro Nacional de Vigilancia y Alerta Temprana de Desastres (CEMADEN) y la Universidad Estatal de Maranhão (UEMA), publicó en 2022 una investigación sobre las tendencias de fuegos forestales entre 2003 y 2020. Entre los múltiples hallazgos, el estudio arrojó que durante ese periodo el 4 % de los incendios en la Amazonía tuvieron lugar en Venezuela. En 2020, Venezuela tuvo su cifra más alta de área quemada relacionada con agricultura. Además, el país fue el tercero de la Amazonía con más incendios forestales en un estudio de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG) de 2019, con el 6.4 %. El fuego ha dejado una cicatriz en los bosques venezolanos. Datos de Global Forest Watch muestran que, entre 2001 y 2021, el país perdió 325 000 hectáreas de bosque a causa de incendios y los estados más perjudicados fueron Amazonas, Bolívar y Monagas.
Mapa de Venezuela de Global Forest Watch con alertas de focos de calor, es decir, posibles incendios entre el 12 de marzo de 2023 y 12 de abril del mismo año. Los posibles incendios se ven en puntos de colores rojos, naranjas y negros.
Los expertos consultados concuerdan en que la agricultura es una de las principales causas de los incendios forestales en Venezuela. “La agricultura itinerante —de tala y quema— ha retomado su importancia debido a la crisis del país. Mucha gente está volviendo a la pequeña producción agrícola que usa la quema y la extracción de leña como forma de supervivencia. De estas quemas, pueden producirse los incendios”, explica Alejandro Álvarez, biólogo y coordinador de la organización no gubernamental Clima21.
Las quemas aumentan la fertilidad de la tierra a corto plazo. “En Venezuela se usa la quema como forma de limpieza de la vegetación para hacer pequeñas plantaciones que en el país, por tradición indígena, se llaman conucos”, agrega.
El fuego también se usa para la eliminación de plagas que perjudican los cultivos, según dice Rodrigo Lazo, investigador de deforestación de la organización no gubernamental venezolana Provita. Lazo explica que muchas veces los grandes incendios forestales iniciaron como quemas que se salieron de las manos de quienes las iniciaron. “Esas quemas están asociadas a la agricultura, pero lo que puede ocurrir si no saben manejarlas, es que se propagan. Cuando se salen del límite, pueden llegar al bosque amazónico”, dice Lazo.
Una de las regiones con más incendios en Venezuela es el estado Bolívar. En este estado, además, hay una alta explotación minera de oro. La agricultura en este estado puede estar asociada a la presencia de los mineros que necesitan alimentarse, según los expertos. Álvarez explica que la causa de deforestación más importante para el estado Bolívar en los últimos diez años es la agricultura itinerante. “En esta, el agricultor quema la tierra en un corto tiempo, luego debe abandonar el sitio e irse a otro. Esta agricultura puede obedecer a una mezcla de factores, entre estos un aumento en la demanda de alimentos en las zonas mineras. Solamente en la zona del Callao, en el estado Bolívar, la población aumentó un 1000 % en 10 años”, dice.
Incendios forestales pueden agravarse por El Niño
La época de quemas no es aleatoria. Entre enero y abril, normalmente se presentan más del 76 % de los incendios forestales en Venezuela, según datos del INAMEH. “Estamos en etapa de sequía, en mayo por lo general empiezan las lluvias”, dice Lazo. “En la temporada de sequía se pueden presentar más incendios porque la temperatura definitivamente es un factor clave. Una vez se genera el incendio, por las altas temperaturas que implican menor humedad, se facilita que esos fuegos se hagan más grandes y se extiendan”, comenta Oliveira. Para los campesinos es más fácil prender el fuego sobre la vegetación cortada cuando ésta y el suelo están más secos, según explican los expertos.
Las personas consultadas señalan que los periodos de lluvias y sequías han tenido alteraciones en Venezuela, respecto a los ciclos normales en los que generalmente la época húmeda va de mayo a octubre y altas temperaturas de noviembre hasta abril. “En los últimos años, la estación de lluvias parece estarse alargando, por ejemplo a veces se presentan de manera considerable en noviembre (cuando en teoría empieza la sequía). Lo otro es que en algunos casos en las zonas del país se ha agudizado la época seca, se ha hecho más extrema la temperatura y la falta de agua”, dice Oliveira.
También se avecina la temporada de El Niño, una época de mayor sequía, tras tres años del fenómeno de La Niña, un periodo más húmedo. Esto podría incidir en el número y extensión de incendios de este país. “El Niño no ha comenzado, está pronosticado para junio o julio. Lo que se prevé es que va a haber menos lluvia en la estación húmeda. Eso puede implicar que terminemos teniendo más incendios, porque al no humedecerse lo suficiente el suelo, pues va a ser más fácil que las personas generen quemas”, explica Oliveira.
Alejandro Álvarez considera que “cada vez hay evidencia mayor de que el cambio climático puede potenciar el número de fenómenos del Niño o de la Niña y su intensidad. Es muy difícil verlo con claridad porque se están solapando varios fenómenos simultáneamente y además de los ambientales, hay factores sociales como la crisis venezolana que influyen en los incendios, inundaciones, entre otros”, explica.
La crisis venezolana y los incendios
La situación económica del país también se ha reflejado en el tratamiento de desechos, relacionados con quemas. “La recolección de basuras, por ejemplo, falla. Eso lleva a que las personas quemen la basura para no tenerla en casa o en los alrededores, lo cual puede desembocar en incendios forestales”, dice Oliveira.
“La deficiencia en los servicios públicos ha incidido en el tema de las quemas”, agrega. Un ejemplo es que los incendios también se originan porque la gente utiliza tala y fogatas para cocinar por la ausencia de gas. Además, hay una baja disponibilidad de agua para controlar el fuego, dicen los expertos.
Adicionalmente, los bomberos de Venezuela no cuentan con suficientes recursos para combatir el fuego. “No tenemos suficientes bomberos en áreas urbanas y forestales que puedan manejar la situación a nivel nacional en épocas de sequía, ni cuentan con la dotación necesaria”, dice la fuente que prefirió hablar bajo reserva.
“En los últimos años se ha sentido el efecto de la crisis sobre los bomberos, que tienen un bajo presupuesto. Han perdido capacidad de respuesta. Y en los incendios de vegetación en zonas no urbanas, no tienen ningún control ni ninguna capacidad de actuar”, dice Álvarez. Comenta que por falta de recursos económicos, tampoco quedan muchos bomberos voluntarios en Venezuela.
Lazo está de acuerdo en que no hay recursos para combatir los incendios en zonas poco accesibles como algunos parques nacionales. “Por ejemplo, aviones con agua, cosas así, no tenemos ese tipo de infraestructura”, dice Lazo.
La ausencia de datos también dificulta la labor de control de los incendios, pues buena parte de las estaciones hidrometeorológicas —que miden variables climáticas que pueden ser útiles en esta tarea— fueron abandonadas y desmanteladas en Venezuela, según Álvarez. Incluso, algunos investigadores aseguran que la operatividad de estas se redujo en un 86 % en los últimos 15 años. Algunas están siendo instaladas desde el año 2021, tras deslaves como el de las Tejerías, estado Aragua, de octubre de 2022. En Venezuela, el gobierno tampoco recolecta datos de área total quemada por incendios forestales, un método complementario al de focos de calor, que con sensores satelitales ópticos detecta el color de la tierra tras la quema y cómo se diferencia del bosque aún conservado.
*Imagen principal: Bomberos venezolanos hacen un gran esfuerzo por apagar incendios a pesar de los pocos recursos. Fecha de la foto: 2020. Foto: Inparques.