Mujeres, niños y adolescentes, indígenas e integrantes de la comunidad LGTBI están entre los grupos más vulnerables
Los impactos del cambio climático en Venezuela no son homogéneos. Todo lo contrario. Las vulnerabilidades son diferentes por regiones, sectores económicos y grupos de población, como lo subrayó una reciente investigación hecha por el Observatorio Venezolano de Derechos Humanos Ambientales, mejor conocido por su abreviatura de Clima 21.
Las mujeres, los niños y adolescentes, al igual que los indígenas y los integrantes de la comunidad sexodiversa LGTBI forman parte de los grupos más vulnerables a los efectos directos del cambio climático en el país.
Por ejemplo, las mujeres sufren más con la llegada de las sequías porque a ellas se les asigna un rol de cuidadoras del hogar y eso les obliga a ser quienes lideran la carga de agua en pipotes o toneles para surtir al resto del grupo familiar como ocurre en la zona de la Guajira zuliana. Una responsabilidad mayor también se les asigna a las mujeres venezolanas después de una inundación.
“No sabemos cuántas mujeres o cuántos niños resultaron afectados en total con las inundaciones de Las Tejerías. No sabemos cuántas personas LGTBI o de la comunidad queer estuvieron en esas tragedias”, explicó el biólogo Alejandro Álvarez, coordinador general de la organización Clima 21, durante una presentación pública de los primeros hallazgos del proyecto “Caminos a la Resiliencia Climática”.
Esta falta de documentación y de datos precisos de la afectación del cambio climático por grupos vulnerables en el país se evidencia en las estadísticas nacionales oficiales, pero también en la data que suelen levantar las organizaciones civiles y sociales de forma independiente.
Referenciar a los grupos más vulnerables
Clima 21 convocó a una serie de encuentros con un total de 59 organizaciones civiles que trabajan en Venezuela durante el segundo semestre de este 2024, para debatir sobre el cambio climático y los grupos vulnerables.
Estas conversaciones también dejaron en evidencia que muchos de los representantes de las ONG venezolanas todavía tienen vacíos sobre los impactos del cambio climático en el país.
“Quienes tenían una referencia clara sobre el cambio climático eran las organizaciones de los indígenas wayúu. Ellos hablaron de los cambios en los patrones de lluvia y de la sequía que les afecta, el desplazamiento de los pescadores y de las inundaciones que sufrieron en casas y en una iglesia”, explicó Soliria Menegatti, coordinadora del proyecto “Caminos hacia la Resiliencia Climática”, en entrevista con Efecto Cocuyo.
Los representantes de otras organizaciones civiles y sociales convocadas, en cambio, tenían menos referencias directas sobre las características del cambio climático y de sus efectos en Venezuela. Al igual que tampoco conocían en profundidad cuáles son las responsabilidades del Estado venezolano para la protección de los grupos vulnerables en medio de eventos climáticos extremos como inundaciones, tormentas u olas de calor en las zonas urbanas.
La recopilación de data diferencia sobre mujeres, niños y adolescentes, al igual que indígenas e integrantes de la comunidad LGTBI afectados por los eventos climáticos en Venezuela, es parte de las tareas claves para ampliar su protección. Al igual que esta data es esencial para la formulación de un plan nacional de adaptación al cambio climático, una tarea que sigue pendiente en el país desde hace más de una década.