El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó a Suiza por fallos en la lucha contra el cambio climático. Una sentencia histórica que podría tener amplias consecuencias. Bernd Riegert informa desde Estrasburgo.
Tomado de Deutsche Welle
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) sentó un precedente jurídico con un veredicto a favor de un grupo de mujeres de avanzada edad que presentaron una querella contra Suiza. Los jueces y juezas determinaron que la protección de los efectos del cambio climático antropogénico forma parte de los derechos fundamentales consagrados desde 1950 en la Convención Europea de Derechos Humanos.
Del veredicto en este caso, se puede derivar una prerrogativa individual a demandar más medidas para la protección del clima. También organizaciones podrían querellarse, bajo determinadas condiciones. Eso abre la puerta a otras demandas ante el TEDH. Otras seis quejas contra gobiernos de países del Consejo de Europa ya aguardan su turno en Estrasburgo.
Más allá de Suiza
Gerry Liston, abogado de la red global de juristas GLAN, considera que el fallo no solo es un triunfo para las suizas querellantes, sino para cada persona. “El veredicto obliga a los gobiernos de toda Europa, no solo al de Suiza, a fijar objetivos de protección climática científicamente fundados, para mantener el calentamiento bajo 1,5 grados. El fallo puede ser invocado directamente como referencia en procesos a nivel nacional”, indicó Liston a DW en Estrasburgo.
El Gobierno suizo tiene otra apreciación. Una portavoz explicó a DW que se analizará minuciosamente el veredicto. A su juicio, no se desprende de este la necesidad de acciones políticas rápidas. Agregó que Suiza ya hace mucho para mitigar el cambio climático.
No obstante, la alegría de las querellantes es grande. La copresidenta de la asociación que planteó la demanda, Rosmarie Wydler-Wälti, dijo a DW poco después de conocerse el veredicto, calificado de “histórico” por algunos expertos: “Es un triunfo total. Ahora tenemos, según los artículos 2 y 8, un derecho a la salud y una buena vida. ¿Qué más queremos? Esta es una prueba de que necesitamos protección”. Agregó que Suiza ha cometido errores y debe enmendar el rumbo. “Esto debe tener efectos. Suiza ratificó la Convención de Derechos Humanos, y tiene que acatar”.
Múltiples demandas
En cambio, los jueces de Estrasburgo rechazaron dos procesos similares, por motivos más bien formales. Seis niños y jóvenes de Portugal, que padecieron las consecuencias de incendios forestales, presentaron en septiembre de 2020 la primera queja. Pero su demanda no puede ser tratada por el TEDH, debido a que no se habían agotado previamente las instancias legales en el país en cuestión. Sólo cuando ello ocurre, se puede recurrir a Estrasburgo. También fracasó en su intento un exalcalde de la ciudad francesa de Grande-Synthe. Dado que él no vive ya en Francia, no pudo demostrar en qué forma podría ser víctima de la política climática francesa, indicaron los jueces.
El TEDH, creado en 1959 por el Consejo de Europa, es una especie de última instancia a la que pueden acudir los ciudadanos que consideran que no se ha hecho justicia en sus casos en sus países de origen. Sus sentencias son vinculantes, pero no dispone de un órgano policial para imponer su cumplimiento.
También a nivel nacional, los ambientalistas intentan desde hace años luchar por la protección del clima no solo en las calles, sino también ante los tribunales. Tuvieron su primera victoria judicial en 2015, en los Países Bajos. Allí, una corte ordenó al Estado reducir fuertemente las emisiones de gases de efecto invernadero.
De acuerdo con el programa de medio ambiente de las Naciones Unidas (PNUMA), entretanto se han presentado más de 2.000 demandas por comportamientos nocivos para el clima, principalmente ante tribunales nacionales, la mayoría de ellas en Estados Unidos. Además, se multiplican las demandas contra determinadas empresas por razones ambientales.