María Lionza y el Monumento Natural Cerro María Lionza: Una historia de robo, destrucción ambiental y el culto a la arbitrariedad

María Lionza
Fondo Poster de la película: Maria Lionza: Aliento de Orquideas (2007)
  • ¿Usted cree que los católicos caraqueños considerarían aceptable que se trasladara la imagen del Nazareno de San Pablo porque un grupo religioso considera que va a estar mejor en otra parte del país?
  • ¿Usted cree que el culto de María Lionza de origen indígena y asociado a las aguas y a la diversidad biológica puede relacionarse con el ecocidio y el despojo?


Recientemente diferentes medios informaron que la escultura de María Lionza fue trasladada de manera irregular de los espacios de la Universidad Central de Venezuela (UCV), supuestamente para ser colocada dentro del Monumento Natural Cerro María Lionza; también conocido como Sorte en el estado Yaracuy. Esta obra estuvo por muchos años en una vía en Caracas y luego sustituida por una copia.

Asimismo, medios de comunicación recogieron denuncias de pobladores locales de Sorte (estado Yaracuy) que se estaría realizando una deforestación para preparar el terreno donde se iría a colocar la obra de arte.

Para ponernos en contexto, es necesario recordar que la escultura de Maria Lionza fue creada por el artista Alejandro Colina en 1951 para ser usada como pebetero de los Juegos Bolivarianos realizados en Caracas ese año. La obra se colocó en el Estadio Olímpico de la ciudad universitaria de Caracas donde se llevaron a cabo las competencias.

Posteriormente, al finalizar ese evento, la escultura se trasladó a un terreno colindante con la Autopista del Este (actualmente llamada rebautizada como Cacique Guaicaipuro) y cuando esta vía fue ampliada la estatua fue trasladada a un espacio cercano a la UCV localizado en la isla central de la autopista.

En el año 2004 a causa de un conflicto entre la Alcaldía Metropolitana y la UCV, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ordenó a la Alcaldía, a través de Fundapatrimonio, abstenerse de movilizar la escultura sin la autorización de la universidad como depositaria legítima de esta obra. Cabe también mencionar que, como consecuencia del mal manejo de la misma por parte del personal del ente municipal durante la elaboración de los moldes para su copiado, la escultura se partió. Seguidamente, se retiró la obra de la autopista para su restauración, trabajo que fue realizado por especialistas convocados por la UCV.

Mientras ocurría este proceso de restauración el gobierno colocó en dicha vía una réplica, la cual se mantiene en ese lugar.  A la vez, el gobierno nacional y municipal desatendió las solicitudes de la UCV para devolver el original restaurado a su posición previa, en cumplimiento de la decisión del TSJ. Por ello, la obra restaurada quedó depositada en los galpones de la Hacienda Ibarra dentro de la ciudad universitaria hasta su reciente substracción.

Por otra parte, en 1960 el gobierno nacional decretó al Cerro María Lionza como Monumento Natural uno de los tipos de áreas protegidas por Ley.

El objetivo de esta medida era la protección de las nacientes de varios ríos, los cuales proporcionaban agua a diferentes poblaciones, a la vez que reconocía el culto popular que allí se venía profesando desde tiempos antiguos a María Lionza una deidad femenina de origen popular asociada a las aguas, las cosechas y la vida silvestre.

Estos dos objetivos no siempre fueron fácilmente compatibles y, en varias ocasiones, se produjeron conflictos entre los organismos encargados de la gestión ambiental de la zona y las actividades de algunos grupos de cultores de la religión de María Lionza. A pesar de ello, la buena voluntad de los diferentes actores involucrados, lograron, hasta cierto punto, mantener la integridad del sitio.

Dicho lo anterior, es muy difícil entender cuáles son los argumentos que sustentan la decisión gubernamental de despojar a la UCV de ese patrimonio cultural, que es de todos los venezolanos y en particular de los caraqueños.

Mucho menos revestir de legalidad y racionalidad un nuevo atropello a la UCV y sus bienes culturales, considerados Patrimonio de la Humanidad, realizado además de manera clandestina y en clara contradicción con una decisión del TSJ.

Tampoco es comprensible la destrucción de un bosque para la realización de un supuesto homenaje a esta deidad, que se conecta con los valores de la naturaleza como origen de sus creencias. Además una acción efectuada por un gobierno que se proclama defensor de la Pachamama.

La única respuesta posible es el actual culto por parte del gobierno a la arbitrariedad y el atropello al Estado de Derecho, así como un total desprecio por la naturaleza, sus contribuciones a la sociedad humana y sus valores éticos intrínsecos, así como a la cultura y el patrimonio de los venezolanos.

Por otra parte, este hecho no es banal: Los argumentos que se usaron para justificar el traslado de la estatua y la deforestación en el Monumento Natural pudieran ser utilizados para despojar a diferentes instituciones de los bienes culturales que custodian o tienen en propiedad. Así como autorizar a cualquier grupo de actores sociales, religiosos, políticos o económicos a cometer actos ilegales y destruir la naturaleza con argumentos similares.

Necesitamos que el país vuelva a estar bajo un Estado de Derecho que proteja a los ciudadanos de cualquier arbitrariedad, asimismo considere a la Naturaleza como el eje central de un proceso de recuperación de la actual crisis nacional. Igualmente, necesitamos respetar los valores y cultura del pueblo venezolano y no contaminarlo de politiquería y destrucción. Para ello necesitamos un gobierno responsable y respetuoso de las leyes, la cultura y el ambiente.


María Lionza, hazme un milagrito/ Y un ramo de flores te vo’ a llevar/ Doña María cueste lo que cueste/ A la autopista del este lo voy a llevar. Canción de Rubén Blades y Willie Colón. Disco Siembra.

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