Durante el día de ayer 10 de agosto, se conocieron unas declaraciones del Ministro de Petróleo realizadas en la ciudad de Maracaibo. En las mismas, el ministro afirmó que “Este año hemos tenido casi cero derrames petroleros en el lago”. Asimismo, alegó que las manchas que se observan en ese cuerpo de agua son producto de eventos anteriores y que las mismas no producen ningún efecto sobre el lago y que son sólo un aspecto visual.
En contraste, el monitoreo de derrames de petróleo que realizamos en el Observatorio Venezolano de Derechos Humanos Ambientales de Clima21 contabilizó 44 derrames durante el primer semestre de este año. De ese número, 23 se registraron en el Lago de Maracaibo. Estos datos son provenientes de reportes de medios de comunicación, redes sociales y testimonios de especialistas, organizaciones de la sociedad civil de la localidad y personas en las zonas afectadas.
Para nosotros es claro que nuestro registro es una subestimación de la realidad, ya que la mayor parte de los derrames que ocurren en el país no son reportados por medios de comunicación u otras fuentes. A su vez, Pdvsa no publica ningún dato sobre estos eventos desde el 2016, año en el que reportó 8.250 derrames petroleros.
En el caso del Lago de Maracaibo, distintos especialistas, trabajadores petroleros, comunidades costeras y pescadores han realizado trabajos de investigación y denuncias sobre el grave estado de deterioro en que se encuentran las instalaciones petroleras existentes en este cuerpo de agua, situaciones que generan derrames continuos incluso a lo largo de varios meses. Esta realidad no se corrige de manera sencilla, ni mucho menos sin una acción continuada que puede llevar años, acompañados de un trabajo técnico profesional y un financiamiento importante.
Es de resaltar que con respecto a este tema que, el ministro explicó que han invertido unos 200 millones de dólares para la reparación y sustitución de 547 kilómetros de tuberías en el Lago de Maracaibo. Tal situación, en caso de ser cierta sería un buen paso para evitar derrames tan importantes como los denunciados recientemente por la organización Azul Ambientalista.
A la vez, la literatura científica global deja claro los graves impactos socioambientales que generan los derrames de hidrocarburos. Por ello las empresas petroleras han avanzado en la prevención, control de los derrames y la rehabilitación de los ecosistemas afectados. En ningún caso estos efectos son menores, ni solamente visuales.
Un elemento que debería considerarse en estos casos es que, para la legislación venezolana, los derrames petroleros pueden ser considerados como delitos ambientales, por lo que no sería suficiente con anunciar los buenos deseos de cambiar la situación, sino que sería obligación de los órganos judiciales investigar los posibles responsables de los mismos.
Igualmente, a nivel global se avanza en la consideración de esta forma de contaminación ambiental como un problema de derechos humanos y por ello en la necesidad de que las empresas se hagan responsables de los mismos y realicen acciones para prevenirlos y reparar a las poblaciones afectadas.
Por otra parte, resulta claro que los derrames petroleros son una arista importante dentro de la compleja situación de emergencia ambiental que afecta no sólo al Lago de Maracaibo, sino a toda su cuenca, con graves repercusiones sobre su población.
Por todo ello, nos preocupan estas declaraciones del Sr. Ministro, en particular de frente a las realizadas por distintos funcionarios que presidieron el 1er. Encuentro Técnico Científico Popular para el Rescate, Conservación y Desarrollo Sostenible del Lago de Maracaibo, realizado la semana pasada y en el que fueron convocados 100 científicos que expusieron distintas propuestas para el rescate del Lago de Maracaibo.
De la misma manera, parecen contradecir declaraciones y acciones realizadas por la propia Pdvsa y otros organismos del gobierno que previamente habían anunciado la realización de acciones para el saneamiento ambiental de las zonas del lago afectadas por derrames.
Por todo ello, pedimos al Ministro Tellechea, asumir la responsabilidad que tiene como ministro de petróleo y presidente de Pdvsa para que se inicien, de la manera más perentoria, los procesos de saneamiento del lago, la actualización de los planes dirigidos a prevenir y mitigar los efectos de estos derrames y la reparación de los daños a la población y al ambiente. Todo ello como parte de un plan integral de rescate del principal lago de Venezuela.
Esta acción es la que espera de su persona el pueblo zuliano, el cual merece que su lago sea rescatado y se reconozcan los derechos del lago y la deuda histórica del país con el pueblo zuliano.
Por lo contrario, si se sigue negando la realidad no habrá ningún avance y los daños seguirán creciendo, generando mayor sufrimiento, pobreza y obstáculos para el desarrollo sostenible de Venezuela.
El Lago de Maracaibo debe ser salvado.