Venezuela, con un territorio continental y marítimo de 2 millones de km², es un país rico en recursos hidrológicos sumergido en una Emergencia Humanitaria Compleja que impide, entre otros derechos, el acceso al agua potable y al saneamiento . El país cuenta con mucha más cantidad de agua de la necesaria para abastecer a toda su población cercana a los 32 millones de personas. Sin embargo, el desmantelamiento de toda la estructura institucional y física del sector compromete la calidad de las
fuentes de abastecimiento, los procesos de tratamiento y de
potabilización de las aguas, la distribución, el saneamiento, la salud, la producción hidroeléctrica, la hoy escasa producción alimentaria e
industrial. En fin, la vida de los venezolanos en todos los ámbitos.