Cambio climático potencia las inequidades hacia la personas LGBTIQ+ 

Organización Joven Pride. Foto cortesía Vanessa Blanco

Por Mayra Rincón Salazar y Lisbeth Bethelmy 

Fotos cortesía Vanessa Blanco y Khinverly Marrero

¿Qué tiene que ver el cambio climático con las personas LGBTIQ+ y, especialmente, con las mujeres de este colectivo? ¿Cuál es la importancia de entender adecuadamente esta relación? ¿El impacto del cambio climático es igual para todas las personas independientemente de su orientación sexual, identidad o expresión de género? 

La respuesta es no, no es igual este impacto. Y para conocer un poco esa afectación y la realidad, que debe ser visibilizada, se entrevistaron a tres expertas y activistas, además, se elaboró especialmente para este reportaje una encuesta que fue aplicada a 21 personas LGBTIQ+ en la zona de Caracas, Venezuela, y con base a los indicadores obtenidos y al muestreo testimonial apoyado por algunas referencias científicas hacemos una aproximación a los efectos negativos de la emergencia climática en esta población, ya de por sí vulnerada en sus derechos humanos fundamentales.   

La relación entre el cambio climático y la población LGBTIQ+ hasta ahora ha sido muy poco abordada en Venezuela. El reto es aún mayor porque en el ámbito global la información también es escasa, aún incipiente.

Vulnerabilidad y salud mental 

Alejandro Álvarez, coordinador de Clima21, educador ambiental y defensor de los derechos humanos ambientales, declaró recientemente que el cambio climático afecta de manera diferenciada en la población, siendo este impacto más perjudicial en comunidades vulnerables o ya vulneradas en sus derechos humanos, como es el caso de las personas LGBTIQ+. 

Esta población vive en situación de desigualdad y trato estigmatizado, problema que ha sido documentado en reportes científicos y de investigación realizados dentro y fuera del país.  Para tener una idea, el Observatorio Venezolano de Violencias LGBTIQ+ informó en mayo pasado, en la presentación de su informe anual, que contabilizaron 461 agresiones, la mayoría por “discursos discriminatorios”.

Según publica Lily O`Mara en mayo 2024, hay al menos cuatro maneras en las que el cambio climático impacta la población LGBTIQ+: 1) discriminación en la ayuda en situaciones de desastre para la atención adecuada de salud, acceso a comida, agua, refugios, 2) violencia religiosa, mediante mensajes de líderes religiosos atribuyendo a la población LGBTIQ+ el motivo del castigo de Dios y los desastres naturales ocurridos, justificando de esta forma, el maltrato, 3) barreras para rutas de migración seguras, que solo tienen un guión heteronormativo en procesos de reunificación familiar y 4) aumento de las desigualdades ya existentes, 

Las investigadoras Cameron Whitley y Melanie Bowers, de la Universidad del Oeste de Washington, reportaron en un estudio publicado en 2023, con una muestra representativa de estadounidenses, que no tomar en cuenta a la población LGBTIQ+ en el abordaje del cambio climático es una omisión grave, ya que esta población experimenta mayores niveles de aislamiento social, producto de la estigmatización, la discriminación y el rechazo de las cuales son víctimas, y esto los pone en una situación de desventaja social, propensos a mayores niveles de pobreza en general, menor apoyo familiar y condiciones más precarias de vivienda, en caso de tenerlas. 

Otro estudio de 2023, realizado en diversos países por Márquez-Jiménez & Padilla-Loredo, confirma que las personas LGBTIQ+ son  más vulnerables a padecer estrés, enfermedades y problemas de salud mental debido al rechazo y a la discriminación que sufren en la sociedad. Ya de por sí, es conocido que los efectos del cambio climático acentúan la inequidad de género y de la población LGBTIQ+ existente en la sociedad actual. 

Esto se convierte en un gran desafío para nuestra época porque con los efectos del cambio climático, esta situación de maltrato físico y mental, junto con el aislamiento social ya establecido hacia esta población, se intensifican estas desigualdades y violación de derechos humanos, exhacerbando aun más los problemas de salud mental ya existentes en las personas LGBTIQ+ y en particular mujeres LGBTIQ+. Sin la perspectiva de género en cuenta se vulneran aún más los derechos y necesidades psicológicas, inclusive dentro de la diversidad de los grupos LGBTIQ+.

En Venezuela esta situación no es muy diferente. Khinverly Marrero, psicóloga clínica y coordinadora en la Fundación Unitrans, comenta que los motivos más comunes por los que las personas LGBTIQ+ buscan apoyo psicológico “generalmente son malestares asociados al contexto social, así como al entorno familiar (poco apoyo o ninguno), también figuran las dificultades en la autoaceptación”.

“Se encuentran síntomas depresivos (dificultad para conciliar el sueño, anhedonia -pérdida de interés y de placer-, desmotivación) con o sin riesgo suicida, así como síntomas ansiosos”, menciona como las afecciones mentales más frecuentes. 

Marrero explica muy claro que ser LGBTIQ+ no es una enfermedad mental: “La diversidad sexual y de identidades de género existe hace muchos siglos, sin embargo la despatologización es relativamente reciente”.

“Es importante tener en cuenta que la persona homosexual o parte de la comunidad LGBTIQ+ no es un ser humano distinto en cuanto al estudio del mismo, presenta las mismas situaciones y patologías que una persona heterosexual/cisgénero (identificación con el sexo biológico de nacimiento). Así como la heterosexualidad no es cuestionada, las diferentes orientaciones de género y diversidad sexual tampoco deben verse como una patología”, comenta. 

                                   Taller en la Fundación Unitrans. Foto Khinverly Marrero

Amenazas ante la emergencia climática

Ante esta situación y realidad de desventaja, ¿cómo sería el trato hacia esta población en una situación de desastres socionaturales? Y ¿cómo sería este trato en la cotidianidad en presencia de los efectos del cambio climático? ¿Tendría esta población que ocultar su identidad, expresión y orientación sexual para que todos sus derechos humanos sean atendidos, invisibilizando y anulando su primer derecho que es el de existir tal como se es?

La situación de vulnerabilidad que ya tienen por ser diferentes a la norma social preestablecida, en la que sólo es aceptada la heteronorma, aumenta con la emergencia climática. En el caso de los desastres naturales se han documentado diversas situaciones de exclusión y discriminación y violación de derechos humanos ante eventos naturales ocurridos alrededor del mundo. 

Para tener un acercamiento al tema, aplicamos la encuesta elaborada, que recoge los primeros indicadores empíricos y explora la preocupación, las creencias acerca del cambio climático, la ansiedad y amenazas percibidas de las consecuencias de la emergencia climática en la población LGBTIQ+ venezolana. Especialmente, se explora cómo perciben cuánto les afectaría las consecuencias del cambio climático en sus vidas, en su salud física y mental, o algún otro aspecto producto de una situación de desastres socionaturales.

En la investigación,  participaron 21 personas LGBTIQ+ venezolanas, con identidad sexual 15 mujeres, 2 no binarias y 4 hombres, de las cuales 13 reportan orientación sexual lesbiana, 2 bisexuales (mujeres), 4 gay, 1 queer y 1 oculta (mujer, no ha salido del closet). La media de edad fue de 40 años, la personas más joven reportó 21 años y la mayor 61 años. Casi la totalidad vive en Caracas, sólo una en La Guaira. 

Del total de la muestra, 62,14 % mostró una alta preocupación al cambio climático, 60 % sí cree que el cambio climático existe en el ámbito general y es atribuido además a la acción humana. Además, 52,4 % percibió que el cambio climático es una amenaza para el ambiente.

Sin embargo, la percepción del cambio climático disminuye cuando las personas evalúan si éste les pudiera afectar de manera personal (23,8 %), sintiendo que es un fenómeno que sucede “lejos” y a “otros” pero no a ellas mismas con la misma intensidad. 

Las personas perciben que los impactos del cambio climático para Venezuela serían moderadamente graves (28,6 %), graves (23,8 %) y muy graves (38,1 %).

Ahora bien, evalúan aún más preocupantes las consecuencias del cambio climático en su cotidianidad (71 %) siendo la escasez de agua y el aumento de las olas de calor las que más les preocupan (66,7 %) seguido del riesgo en el aumento de desastres y las inundaciones (57,1 %), el cambio en los ecosistemas (57,1 %) y la menor producción agrícola (38,1 %). 

Con relación a la atención en el caso de desastres socionaturales, solo la mitad siente que sí habría discriminación por ser LGBTIQ+ y en desventaja en el acceso a los servicios básicos, refugios y campamentos seguros y con amenazas de recibir violencia física y psicológica. 

A la pregunta cómo afectarían las consecuencias del cambio climático en el deterioro de la salud mental, 40 % responde que de manera absoluta, y el 20 % lo haría de manera moderada, especialmente en personas con identidad de género no binaria y orientación lesbiana. Además, se observó mayor ansiedad, si se le agrega la preocupación por la discriminación LGBTIQ+ sumado a la preocupación de los efectos del cambio climático.

Las afectaciones en la salud mental percibidas y atribuidas al cambio climático están relacionadas con el estrés, los cambios de humor, miedo y ansiedad sobre el futuro debido a las olas de calor e inundaciones, y las físicas están asociadas con la mala calidad del aire, asma, enfermedad en los pulmones, alergias, mareos y dolores de cabeza constantes, cansancio, sensación de agotamiento, dificultades para dormir y concentrarse en las actividades diarias laborales y de esparcimiento. 

“Hay mucha discriminación”

La ingeniera civil Sandra Álvarez, miembro de la comunidad LGBTIQ+, activista por los derechos humanos, con experiencia en gestión de desastres en los últimos 10 años, voluntaria de la ONG Joven Pride, comenta que “durante el deslave de Vargas (actual La Guaira), el trato no fue muy bueno, sobre todo por la parte militar y policial. En los refugios hubo discriminación por los baños, discriminación por la orientación sexual y la identidad de género, también el nombre que los funcionarios tomaban para identificar a las personas era el de la cédula, en el caso de las personas transexuales”.

En cuanto a los aspectos que deben tomarse en cuenta para desarrollar un plan de riesgos que incluya a la población LGBTIQ+, menciona que el primer paso es un mapeo de la población, dónde está, en qué municipio, preguntarles cuáles son sus vulnerabilidades, y en el caso de la ocurrencia de desastres, si ellos son incluidos en esos planes. Luego de eso, incluir las amenazas, dónde se inunda, dónde impactan las ondas tropicales, los huracanes directamente, dónde están las placas tectónicas. 

Adicionalmente, señala la importancia de educar al personal de instituciones públicas, privadas, ONG, Cruz Roja, que tendrían contacto directo con la población LGBTIQ+ y que deben considerar sus necesidades, sobre todo el acceso a los servicios básicos.

Sandra Álvarez  considera que “el cambio climático es una realidad para todes, hay que hacer alianza con otros organismos, como las alcaldías, las comunidades, Protección Civil, bomberos, que reciban apoyo psicosocial y sus necesidades sean atendidas. A la población LGBTIQ+ hay que incluirla en los planes de gobierno, especialmente en los de emergencia, con su financiamiento respectivo”. 

                                              Joven Pride. Foto Vanessa Blanco

“Mujeres LGBTIQ+: más discriminadas”

Vanessa Blanco, activista LGBTIQ+ e integrante de Joven Pride, una “organización dirigida por y para personas que se identifican principalmente como mujeres”, comenta que “siendo parte de la comunidad LGBTIQ+ se experimentan situaciones derivadas de la falta de oportunidades y del no acceso a información oportuna, lo que nos pone en riesgo. Hay discriminación, rechazo, estigma, y esto dificulta el acceso a servicios seguros, como a la salud, posibilidad de alquilar una vivienda, estudiar o trabajar. Y quienes mayores dificultades presentan son las personas trans y no binarias. A menudo reciben tratos inhumanos, especialmente de empleados públicos, empleadores, entre otros”.

Añade que  las mujeres LGBTIQ+ son las más discriminadas, “hay una invisibilización importante. Las mujeres pueden vivir doble o triple discriminación, si tenemos en cuenta la desigualdad de género, el patriarcado y los roles establecidos de género”. 

“Para las mujeres es mucho más difícil reconocerse libremente como parte de la comunidad LGBTIQ+, expresarlo e incluso vivir libremente la sexualidad. Muchas tienden a hacerlo a escondidas de sus seres queridos, entorno laboral y familiar. También la hipersexualización hacia las mujeres influye mucho y las situaciones de riesgo en torno al abuso sexual”, advierte.

Para el abordaje del cambio climático, recomienda realizar ciclos de sensibilización e investigación para entender las afectaciones de forma diferenciada. “Sería importante que se haga una separación incluso dentro de todas las siglas LGBTIQ+, qué identidades son más afectadas por el impacto del cambio climático, ya que no es igual para cada identidad, tener un foco en mujeres y personas que menstrúan y tener en cuenta situaciones de abuso y explotación sexual”. 

El abordaje diferenciado también es promovido por ONU mujeres en el documento hoja informativa sobre las mujeres lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, intersex y queer (LGBTIQ+). “Las mujeres LGBTIQ+ a menudo se enfrentan a formas combinadas de violencia, estigma y discriminación que son similares, y a la vez distintas a las que hacen frente las mujeres que no son LGBTIQ+”. 

Según el documento, las mujeres lesbianas sufren ataques tanto por su condición de mujer como por su orientación sexual, identidad de género, expresión o caracteres sexuales. También son objeto de las llamadas “violaciones correctivas” y víctimas de otros tipos de violencia física, verbal y sexual como formas de castigo, por entender que desafían las normas tradicionales de género y las normas sexuales. Asimismo, las mujeres lesbianas y bisexuales corren un alto riesgo de sufrir fecundaciones forzadas y ataques con ácido, por ello, se recomienda adoptar medidas destinadas a protegerlas a todas.

Acción climática del colectivo LGBTIQ+

Con la encuesta realizada pudo conocerse la intención de las personas LGBTIQ+ para la participación en la acción climática en Venezuela y generar políticas públicas que visibilicen los derechos y necesidades del colectivo. De acuerdo a los resultados, 61,9 % dijo que sí les gustaría participar activamente, aunque 38,1  respondió que no le gustaría involucrarse.

Lograr los derechos humanos fundamentales, como la identidad y el matrimonio igualitario en Venezuela, resalta como una de las principales acciones. Adicionalmente, sensibilizar al personal de apoyo en la atención de desastres, evaluar propuestas adaptadas a cada estado del país, atender necesidades físicas, psicológicas y educativas, considerar sistemas de salud adaptados a la población LGBTIQ+ y difusión de los problemas que vulneran al colectivo son algunas de las propuestas para la generación de políticas públicas.

Finalmente, el análisis de los resultados de esta primera encuesta señala que la preocupación al cambio climático está relacionada con percibir que es una amenaza real que genera muchas consecuencias negativas y se refleja un aumento en la ansiedad climática y ansiedad atribuida a la discriminación por ser parte del colectivo, sobre todo en las identidades mujeres, no binarias, trans y orientación lesbiana y queer.

Estos resultados empíricos y testimonios dichos por voces  LGBTIQ+ venezolanas abren la posibilidad de la incidencia focalizada para trabajar, concientizar, atender, orientar e inclusive elaborar medidas de resiliencia y participación activa, para afrontar los desafíos actuales de la emergencia climática de la sociedad venezolana con la inclusión de dicho colectivo.

Exclusión y marginalización en eventos naturales en el mundo
Brigid Larkin, profesora de la Universidad de Edith Cowan en Pert Australia, en su conferencia dada en 2019, realizó un recuento de cómo ha sido el trato hacia las personas LGBTIQ+ en situaciones de desastres naturales ocurridos en varios países alrededor del mundo. Algunos de ellos son:-Huracán Katrina, voceros de grupos religiosos justificaron el rechazo a estos porque ellos debían sufrir las consecuencias de sus pecados al haber provocado la ira de Dios. Adicionalmente, no fue considerada familia una pareja del mismo sexo, e inclusive con hijos, por lo que fueron separados sus miembros.-En las inundaciones ocurridas en Nepal (Knight & Welton-Mitchell) y en el Tsunami ocurrido en India en 2008 (Pincha y Krishna), las personas LGBTIQ+ fueron víctimas de abusos sexuales y violencia en general.-En el terremoto de Haití (SEROvie, 2011), las mujeres lesbianas fueron violadas (violaciones múltiples), las mujeres trans recibieron palizas, como “medidas correctivas”, en su mayoría personas “identificadas como mujeres”. También fueron arrestadas hasta 4 días por tomar duchas en baños de mujeres.
En abril de 2024, las investigadoras Lindsay Manhowald y Ari Shaw del Instituto Willians de la Universidad de los Ángeles (UCLA) publicaron cómo las personas LGBTIQ+ en los Estados Unidos experimentan de manera diferenciada los efectos negativos del cambio climático en comparación con las personas heterosexuales. Señalan:-Enfrentan discriminación y exclusión, lo que crea vulnerabilidades únicas que agravan y aumentan su exposición a los daños relacionados con el clima.-Las parejas del mismo sexo viven en mayor proporción en zonas de costas que tienen mayores riesgos de recibir impactos negativos, además viven en condados con el riesgo más alto de los impactos de la emergencia climática.
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