Desde hace al menos diez días se vienen produciendo reportes sobre la existencia de un derrame petrolero que afecta las costas del estado Carabobo.
En días más recientes varios especialistas con acceso a tecnología satelital han podido registrar una gran mancha de hidrocarburos que cubre la zona noroeste de Golfo Triste.
Según el Prof. Eduardo Klein en su cuenta de X (@diodon321) esta mancha puede tener un tamaño 225 Km2, tamaño suficiente para cubrir completamente el Parque Nacional Morrocoy.
Este desastre puede tener graves efectos tanto ambientales como sobre la salud y economía de los pobladores en toda la zona afectada, tanto en la actualidad como en los próximos días, a medida que los contaminantes se mueven debido a las corrientes.
Son particularmente preocupantes los efectos que pueda tener sobre la salud de los pescadores locales y sobre las personas que puedan estar consumiendo pescado que puede estar contaminado con sustancias tóxicas presentes en el hidrocarburo derramado.
Pero es aún más alarmante el absoluto silencio de las autoridades competentes.
Estas autoridades están en la obligación de informar sobre las acciones que debieron haber implementado en el momento de inicio del derrame para frenar su dispersión. Así como sobre el origen, causas, posibles efectos y acciones que se están tomando para evitar daños sobre la salud y economía de la población en la zona.
La crisis política no puede ser la excusa para esconder las situaciones que amenazan la salud ambiental y la de los ciudadanos. Es necesaria la despolitización de la acción ambiental y de la protección civil.
Un cambio positivo para Venezuela sólo puede ser posible si todos: Estado, empresas y ciudadanos, nos hacemos responsables de avanzar hacia una transformación socioecológica justa, profesional y participativa.